El salón tiene bastantes mesas pero si te acercas a lo largo de la tarde es muy probable que tengas que esperar un poco. La media de edad es algo alta pero siempre encuentras algún rincón con gente más joven.
Para merendar o desayunar yo aconsejo pedir una tortita, eso si, no esperes cenar después ya que son inmensas, por eso las sirven por unidades. De hecho, puedes compartirla y te la ponen
por mitades. Las acompañan de chocolate, caramelo o nata, la mejor que he probado nunca.
Su especialidad son las moscovitas, finas pastas de almendra cubiertas de chocolate a las que les añaden el ingrediente secreto de la casa. Otras confiterías ovetenses han querido imitar la receta pero ninguna ha conseguido superarlas. Las venden en bolsitas o en cajas de un kilo o medio. También venden carbayones, en versión mini o normal. Es el pastel más típico de Oviedo, cuyo nombre proviene del antiguo árbol que se hallaba a las afueras de la ciudad hasta el siglo XIX. Se trata de una base hojaldrada rellena de almendra y cubierta por yema y azúcar. Su tercer producto estrella son las princesitas que son pequeños dulces rellenos de mazapán y yema. Personalmente, yo me quedo con las moscovitas.
Si algún día visitas Oviedo merece la pena acercarse a Rialto para tomar algo o llevarte un recuerdo dulce de Aturias, sino siempre puedes comprar online sus especialidades en www.moscovitas.com.
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